martes, 21 de septiembre de 2010

Se fué

Ya no está. No está aquel motor amor, el verdadero, el que hace que todo avance hacia adelante, el que te hace ver las gilipolleces de la gente, la estupidez, la maldad, y que te da fuerza, rabia, determinación. Ese motor que te da motivo para volver a casa, para buscar otro gran éxito, para trabajar, cansarte, esforzarte, para alcanzar la meta final. Ese motor que, después, decide hacerte descansar justo entre sus brazos. Fácil. Mágico. Perfecto. Ese motor amor.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Me termino de recomponer a través de palabras con máscaras sinceras

Experimento la libertad, las inconsecuencias de mis actos y la necesidad constante de ser yo. Adicta a mí. Simple, adicta a mi soledad personalizada, a mis grandes compañías y a la perspectiva de mi mente de un tiempo a esta parte. Más libre. Más consecuente de mis actos. Más irresponsables para algunos, más madura para otros tantos. Miro por la ventana y las estrellas guían mis pensamientos, en la que será una noche larga. Días largos, noches eternas, problemas y más problemas. Pero siempre en pie. No dejaré de regalar sonrisas a todos aquellos que lo merezcan. No dejaré de caminar por muchas piedras que pongan en mi camino. La luna y el Sol guiarán mis pasos en días y noches opacas. Ellos estarán allí. También ella, y también, él.
Hoy no sueño con nada, porque todos mis sueños se están cumpliendo. Hoy no miro atrás. Hoy no espero tu regreso, pues tú siempre estarás aquí. Hoy soy feliz, aunque a la gente le cueste creerlo. Hoy me pondré de puntillas para ver mejor, para sentirme viva soltaré una carcajada, mientras la noche sigua recorriendo cada uno de mis recovecos. Solo por estar viva, aquí y ahora, entre mis sábanas, acompañada de una canción y sintiendo que ha merecido la pena.

lunes, 6 de septiembre de 2010

A día de hoy, cada segundo contigo es una victoria.

Iba una contra mil. Yo sola apostando por un sueño para algunos, una utopía para muchos y un suicidio masoquista para otros tantos. O tantas.
Mi corazón gritaba mas alto que todos ellos. Era una aventura, era pura ilusión, tensión, sensación de euforia y nervios constante. Despertaba una asombrosa atención en mí. Despertaba mil sonrisas, me hacía perder la cabeza.
Y gané.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Vivir, cariño... a eso hemos venido

Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, mágica y loca. Y luego más noche. Noche que no parece acabar nunca. Noche que , sin embargo, a veces pasa demasiado rápido. Noche de amistad, de amistad que perdurará por muchas ráfagas de viento que vengan. Noche de amor, de amor loco. Noche de amor perdido y aún así encontrado en una simple mirada. Noche de amor pasajero que durará tan solo un instante. Noche de amor divertido, noche de amor ligero, torpe, distraído, que vuela y hace sentir. Noche de libertad. Porque somos libres y no hay barreras. Porque hoy me deseas y quizás mañana no. Libre porque volaremos sin ayuda de alfombras mágicas. Noche de amor, que sin embargo no lo es, porque amor, es una palabra demasiado grande...

Las calles están llenas de espejos que reflejan sueños.

Y se quedan así, en suspenso, con esas miradas hechas de sonrisas y alusiones, de lo que no se conoce, de curiosidad y diversión; indecisos a la hora de tomar o no el pequeño sendero que se aleja del camino principal y se adentra en el bosque. Pero que a veces es tan hermoso, incluso más que la propia fantasía.