sábado, 29 de mayo de 2010

Vivir...

A la frontera entre la locura y la lucided, al límite del deber que se corrompe porque la Luna lo quiere así. Y no hay más. No hay porqués, no hay peros, no hay esperas. Es así, o lo tomas o lo dejas. Sin repercusiones, sin consecuencias, sin un mañana.
Porque mañana me pasaré el día durmiendo... soñando tal vez lo que la Luna dejó apuntado sin que nos diéramos cuenta.


Y aquí estamos. Presenciando un vacío que se mezcla con el impaciente olor veraniego. Escucho canciones alegres. Pues el día se lo merece. Y seguímos aquí. Tu enfrente mía. Mirándome fijamente. Con ojos deseosos de comerme. La sangre corre abrasadoramente por mis venas. Mis ganas tampoco son invisibles. Te deseo. Sedúceme, y te seduciré. Alguna frase ingeniosa quizás. No pienses en ello, nunca. No pienses en mí, no lo hagas nunca.
Olvida el destino. Olvida el futuro. Olvídate de mí. No pediré explicaciones mañana. Vivir. Gozar. Contigo y hoy. Mézclate entre mis sábanas. Abre la ventana. Bésame. Un poco más.
Esta es mi historia, pero poco importa. Hoy la vida me mandó señales. Esta es mi historia, personas en el papel de estrellas fugaces. Quiéreme hoy, pues sé que no habrá un mañana. Nadie sabe tu nombre, nadie sabe el mío. Todos ansiosos lo desean conocer. Llévame hacia lo inhóspito. Avistemos el límite de lo prohibido. Dejemos atrás a terceras personas, líos y problemas que entorpecen nuestro camino. Tráete tu mejor sonrisa y el gusto más exquisito. Pues hoy, amor, disfrutarás de lo que es la libertad.


sábado, 22 de mayo de 2010

Pestañeo y te encuentro.

¿Sabes? Me reconstruí, como dice la canción de despistaos. Me he vuelto a encontrar a mi misma, después de un tiempo perdida. Sinceramente, hace días que no me viene inspiración ninguna, hoy tampoco la tengo, pero las cosas están cambiando y quería contarlo. Soy pesada, lo sé. Miento. Soy realista. Soy soñadora, soy yo. Yo misma. Y aquí lo dejo todo escrito. ¿Para qué? Realmente no lo sé... Pero el caso es que te lo dejo a ti. Para que lo leas, para que pienses en ello. ¿Para que pienses en mí? ¡Quién sabe! Yo lo dejo y tú piensa lo que quieras. Y si, quizás estoy un poco hiperactiva. Feliz, tal vez. Todo volvió a la normalidad.

Tengo ganas de volver a ser la misma. La tonta de siempre. Sonrío. Descarga de felicidad. Me enorguellece el poder seguir adelante, de sentirme agusto estando sola. Muero de ganas por aprender a vivir. Muero de ganas por saber si ya de una vez te fuiste de mi corazón. Corazón que has dejado mal herido, pero que se sana con el hecho de saber que un día otros formaran parte de él. Y sinceramente, creo que solo las personas verdaderamente importantes nunca se marcharán de mi mente, y eso me alivia bastante. ¿Sabes? Sentir el amor es la sensación más inmensa que jamás he sentido, sentir como se erizaba mi piel o como mis ojos se anegaban de lágrimas por lo que actualmente considero tan solo una estupidez. Ya ves, otra lección más de vida, sin duda una de las dos más importantes de estos quince años y cuatro meses. Parece ridículo, en tan poco tiempo, que crea saber ya solo un palmo sobre la vida. Y si, quizás no sepa nada aún y eso hace que me impaciente aún mas sobre el futuro. En noches como éstas doy gracias, por algunas lágrimas sanas que derramo, provocadas por historias bonitas o canciones emocionantes, el final de un libro inesperado o un abrazo bajo el cielo teñido de estrellas. Estoy tranquila, esta noche. En paz, pues he entendido tantas cosas...
Nunca viví una mentira porque lo que había en mi corazón y en mi alma era real, era precioso.
Importante, estarás siempre en mi mente. Sin rencores. Simplemente como el número uno que fuiste, eres, y serás... Simplemente como un mero recuerdo.


No quiero ilusionarme, solo dejarme llevar...

jueves, 13 de mayo de 2010

Y siento mil cosas a la vez...

Palabras desnudas que entraban en lo más profundo de su corazón. Palabras simples, sencillas. Palabras perfectas. Palabras breves que guardan en ellas las historias más profundas del universo. Cartas. Cartas llenas de magia, escritas a destinatarios inesperados. Ella escribe una. Su caligrafía, distinguida entre las demás. Escribe despacio. Insegura de las palabras que desea escribir, pues intenta expresar grandes verdades y secretos. Movimientos suaves. Frases que desvelan un millón de sentimientos inexplorados. Se para, respira, intenta escribir lo que siente. Vuelve a escribir. Pausas cortas. Manejo de letras escritas con rabia y pasión. Una lágrima que se escapa, un sentimiento que se esconde, un abrazo que ya no está, y un castigo no merecido. Un "para siempre" escrito con tinta imborrable. Con tinta del corazón.
Y es que tiene súper poderes, y puedo ver, sentir, escuchar, tocar y oler todo aquello que no está. Sus manos a veces tiemblan, sus labios a veces también lo hacen. Sonríe porque sabe que estás ahí, en su corazón.

Y no puedo más...

Y es que me hundo en el dolor y sufrimiento de no saber hacer las cosas. Cada día que pasa, esto se me hace más y más grande. He lanzado miles de señales de socorro, pero todos me evaden. No quiero hundirme en la tristeza de cada día. Quiero volver a disfrutar de lo que la vida me está dando. ¿Sabes? Creo que tengo tanto miedo a las cosas malas, que no se disfrutar de las buenas. Pero antes, necesito ayuda. Me encuentro sola. Soledad. Fea palabra. Me autodiagnostico algo que no tengo. Pero sinceramente, estoy harta de esta situación. Quiero saber que va a pasar conmigo. Busco una salida desaforadamente. Y sé que en estos momentos de inestabilidad y locura, quizás me equivoque. Pero me da igual. Quiero volver a correr riesgos. Quiero hacer de estos momentos, algo especial para recordar. Y ¿Sabes? Me gustaría que hubiese alguien que me lo recordase. Quiero dejar de llorar en silencio, y escribir blogs pesados. Me gustaría tranquilizarme, y pensar que lo bueno está aún por llegar. Quiero poder reconocer mis errores, como lo hago ahora. Necesito que me ayudes, me encantaría que lo hicieses... ¿Sabes? Voy a dejar de buscarte, pues sé con certeza, que aparecerás en mi vida. Serás la piedra que me haga tropezar en mi camino, y la persona que me ayude a levantarme...

sábado, 8 de mayo de 2010

PotasPutas




































Porque haces especial el momento más insignificante del mundo ... Por todo y por más, por lo que se fueron, por lo que vinieron, por lo que se quedaron intactos, por tu ayuda, que me hizo salir de problemas, malos ratos, por tu compasión cuando más lo necesitaba, tu apatía o tu sinceridad. Por quedarte siempre siempre que lo necesité. Por hacer de mi vida una película emocionante. Por enseñarme a valorarme, a quererme, y a quererte. Porque eres especial para mí, por que a tu lado, pienso pasar los mejores momentos de mi vida. Contigo, con él, con ella, con todos, con todas. Por regalarme el regalo más bonito que jamás pude imaginar. Por darme un trozo de ti y guardarlo dentro de mi corazón. Por que te quiero, porque os quiero...

Gracias.

Gracias por escribirme esa canción
Por arañarme el corazón
Por ser así como eres
Gracias por aguantar ese dolor
Por inventar ese sabor
Por hacerme siempre lo que quieres
Gracias por los consejos que me das
Por olvidarme si te vas
Por no quererme un poco más
Por esas cosas que no se pueden contar
Aprendí a sufrir
Aprendí a reírme de mí
Me reconstruí
Tuve que decir que sí, que sí
Gracias por caminar siempre al revés
Por derretirte si me ves
Por alargar ese momento
Gracias por asumir ese papel
Ya no sabíamos qué hacer
Pero te fuiste justo a tiempo
Gracias por ayudarme a que se duerma
Por el cariño, la paciencia cuando todo iba mal
Gracias por esas cosas que no se deben contar

jueves, 6 de mayo de 2010

Y solo ella sabe ciertos secretos.

Dios, ya no sé que coño escribir. Pero quiero hacerlo. Quiero hacerlo y punto, ¿sabes?
Y aquí me encuentro, ojeando cosas para ver si me viene esa inspiración divina.
Y es que todo sigue igual. Tacho, añado alguna palabra. El corazón intenta sentir lo que escribo, al menos hasta que termine de escribir. A veces lo consigo, y a veces no. Es como actuar. Actúo conmigo misma... y me encanta hacerlo. Pero hoy no estoy para nada ni para nadie. Estoy enfadada contigo, conmigo, con él, con ella, con ellos. Con el mundo. Con la vida.
Otra día más con un nudo en el estómago, unas ganas terribles de echar a correr, reteniendo las lágrimas para que nadie me vea llorar. ¿Por qué las personas cuando estamos mal escuchamos canciones tristes? ¿Nos hacen sentir mejor? ¡No! Todo lo contrario... Nos hacen llorar, profundizan en nuestras heridas hasta el punto de hacernos sentir mas desgraciados y mas débiles. Somos masocas, y nos encanta. La música es el reflejo de nuestros sentimientos. Estamos mal y parece que hacemos cosas para estar peor. Leemos mensajes de texto en nuestros móviles de tiempos antiguos que queremos que vuelvan, y lloramos. Vemos fotos, escuchamos canciones que también traen recuerdos. ¿Todo para qué...? Para llorar. Llorar. Lloramos tanto por tristeza y tan poco por felicidad...
Y es que hay veces que las cosas no salen como espero. Que tengo baches y caídas, decepciones quizá... Situaciones que me producen fatiga, caras largas y tristes. Se juntan sentimientos que no deben de mezclarse, que normalmente hacen balanza para que no esté mal, ni tampoco extremadamente feliz. Se mezclan y me hacen bajar de las nubes, me hacen sentir nada, me hacen incluso no existir. Y quiero dejar de pensar, poner la mente en blanco. Coger aire profundamente y decir me da igual. Paso de todo. Paso de ti. Pero no, y no sé qué decir, no entiendo nada. Se me olvidó cómo actuar en momentos como estos, o es que a lo mejor nunca supe llevar este tipo de situaciones. Aunque creo que nunca se está preparado para muchas cosas, porque cada una es distinta a la anterior. Y joder, me siento lejos de las personas que están a mi lado, que estoy sola aunque no lo esté. Y sinceramente, nadie sabe lo que me está ocurriendo, por que yo nunca fui de contar mis malos ratos.
En fin... solo espero que las aguas vuelvan a su cauce. Porque no, no aguanto ni un minuto MÁS así ¿Sabes? Porque ya no puedo, porque me vengo abajo, y no quiero caer otra vez. NO, No, no...

Extrañamente extraña. Sara

lunes, 3 de mayo de 2010

Ya no sé ni para que escribo estas historias absurdas. No llevan a ninguna parte. Escribo pensamientos, sueños, eso sobre todo, cosas irreales que no sucederán nunca. Quizás lo haga para evadirme un poco de mis problemas. Me engaño, creo que es una vía de escape hacia un mundo imaginado.
Hoy, día soleado, parezco ni percibirlo, pocas horas de clase, y un ánimo devastador. No me encuentro mal por nada en especial. Creo que ese es el motivo. Ya no queda nada especial. Grito SOCORRO, pero nadie me escucha. Socorro. Socorro. Todos se tapan los oídos, me ignoran. No quieren escucharme, no quieren entenderme, no quieren responderme. Y aquí me encuentro, sin saber muy bien qué es lo que me conviene. ¿Seguiré mucho tiempo así? No quiero, no.
Estoy nerviosa, tengo un nudo en el estómago que no me deja en paz.Me encuentro vacía por dentro, mi mente se evade de todos los problemas ajenos, estoy distante, no encuentro motivaciones, ya no. Y duele, duele, porque yo siempre fui de luchar. Pero hoy parece que todo se me viene abajo. Hoy las lágrimas no se esconden, quieren salir al exterior para expresar lo que siento. Y siento, que me quedo sin fuerzas, metas, ilusiones, sin un alguien, alguien a quien querer día y noche, alguien que me distraiga cuando estoy triste, alguien, alguien, en fin todos sabéis para que se necesita el amor.
Hoy no me encuentro con fuerzas, ayer tampoco, hace una semana menos, pero en fin, hay que ser valiente, y afrontar todas los obstáculos que la vida te pone. No prometo nada, pero lo intentaré... Aunque seguiré escuchando canciones tristes, leyendo tablones tristes, y tomando café amargo, seguiré llorando, hasta que descargue toda esta tristeza que hay en mí.