jueves, 29 de abril de 2010
Me gustaría no escribir éstas cosas...
sábado, 24 de abril de 2010
Si no te quisiera lo sabrías.
jueves, 15 de abril de 2010
Y por más que lo intento
A pesar de haber pasado 6 meses justo desde aquella preciosa historia, que parecía sacada de una película, no consigo olvidarla. Últimamente no paro de pensar. Pienso en qué pasa, en qué está pasando con todo esto, contigo, conmigo, con terceras personas. Oh, dios. Odio esta situación. Si tan verdaderas que parecían sus palabras y si esa historia tan de película que parecía. ¿Por qué no tuvo un final feliz? ¿Por qué no se quedo con ella en su regreso? ¿Por qué?, ¿por qué?, ¡¿Por qué?!
¿Qué, por qué? (y por primera vez, encuentro respuesta a algo preguntado). Nunca hubo un final, nunca lo ha habido. Todavía estoy a tiempo de cambiar esa historia. ¡Manejemos al destino!... ¿Sabes? Aun así nunca me rindo, nunca lo haré. Y a veces duele, y a veces se agradece...
PD: Vuelve a mirarme tan intensamente, que tu mirada pueda traspasar la mía. Haz que sea inolvidable, haz que sea diferente, único... Secreto. Tuyo, mío. Nuestro. Algo inolvidable.
Prométeme que lo harás...
domingo, 11 de abril de 2010
Insomnio. 4 a.m. No consigue dormirse. La cabeza no para de darle vuelta. O... es ella más bien las que se las da. Está agobiada. Intenta llevar todo a la perfección, cosa casi imposible. Y se ralla. Y no duerme. Y mañana instituto. Está bien, mañana toca descansar un poquito y no ir. Ella también merece un descanso. Se ha llevado nueve horas encerrada en su cuarto. Ocho de ellas estudiando y seis llorando. Sí, sí llorando. Es uno de sus secretos mejor guardados, cuando estudia matemáticas. El llanto y la impotencia de no saber resolver esas estúpidas cuentas que no sirven para absolutamente nada la llevan a un nivel tan elevado de rabia que consigue hacer milagrosamente los ejercicios. Muchas veces le pasa. Muy a menudo. Ella llora porque lo necesita. Sin más. No se plantea algunas veces ni el hecho de porqué lo está haciendo. Llora y punto. Se sienta en el borde de la bañera, y sin saber porqué empiezan las lágrimas. Sólo tiene ganas de llorar y no sabe porqué. ¿Nunca te ha pasado? En principio no tiene motivo alguno para hacerlo, pero a medida que los segundos pasan, si los encuentra. Y no uno ni dos, si no miles y miles. Y se atormenta. Y llora desaforadamente sin poder controlarlo. ¿Llora por tristeza? No se... ¿Llora por impotencia? Tal vez... ó... ¿Llora por que le extraña?... y la pregunta se deja caer en su mente...Pero, ¿A quién quiere engañar? ¡Joder! Llora por inseguridad. A veces ella duda de sus capacidades. Llora por verse atrapada en vicios inconfesables, por verse atrapada. Cuantísimas veces ha intentado pasar página, dejar todo surgir, olvidarse de él y limpiar esos malos recuerdos, sin conseguir objetivo alguno. Y entonces, surge el miedo en ella. Tiene miedo. Mucho miedo. Miedo a volver a su pasado y que éste con rabia se le eche en cara. Se acuerda de él. Y desearía en ese momento odiarlo con todas sus ganas. No sabes las muchas veces que lo ha deseado. Odiarle, tenerle asco. Desear que no existiese. Y ya ni siquiera recuerda en el primer instante en que él se instaló en su mente, empezó a deambular por ella y a dar guerra sin parar. Desearía rebobinar ese momento y haber hecho las cosas bien. Cuántas veces habría deseado tener una máquina del tiempo, dar marcha atrás, hacer las cosas bien, corregir esos errores que marcarían el camino de su vida, el camino de su felicidad. Quizás un día se equivocase de túnel y hubiese escogido el equivocado. Pero, piensa. ¿Y si el camino escogido no tiene salida? ¿Y si el túnel es oscuro y está lleno de malos momentos? O... ¿Y si el túnel, aunque ha simple vista, pareciese difícil de cruzar, estuviese la meta? ¿Y si allí encontrara la meta de su vida?
Y... ¿si esa meta llevase a la felicidad eterna?
Pd: Espero encontrarte en mi camino; espero que cruzemos esa meta juntos.
viernes, 9 de abril de 2010
¿Qué fueron de aquellos besos?... Ese sabor a mermelada. Todavía recuerda ese sabor. Su olor, su perfume.Y aveces cuando duerme, cuando come, cuando anda, en fin, en todos esos momentos en los que pienso en él, su olor le entra en lo más profundo de su ser. Y le recuerda. Y sonríe. Y le recuerda. Y le recuerda. Y le recuerda...
Intenta bajar de su nube.Intenta llegar a la realidad. Y es cierto, que cuando roza esa realidad, un trozo de ella se queda ahí.En la nube.Un trozito de ilusión, de saber que algún día, bastante lejano, vendrá a ella. La agarrará con fuerza. Le dirá las dos palabras más especiales creadas por el ser humano. Sus labios se unirán para formar solo uno. Y se mirarán... Y ya nunca jamás se separaran. Jamás, jamás, jamás...
Pd: Espero que algún día pienses en lo que te estás perdiendo, reacciones y te des cuenta de esto tan grande que yo siento por tí. Y pienses sinceramente que me cuesta vivir sin tí. Te quiero... y es que no puedo remediarlo. No puedo. Por más que lo intento. No puedo, no puedo. No puedo...
Por siempre
sábado, 3 de abril de 2010
Roou!:)
Y sí, se podrá quejar sobre su amor imposible, o sobre las cosas que le joden en este mundo. Pero no puede hacerlo de ella. Ella, la persona más especial de su vida. Su amiga íntima. Ella, única persona que la hace olvidar malos momentos por un tiempo. Ella, única persona que la entiende (o intenta entenderla), la escucha, y no la juzga sobre sus malos actos.
Ella, ella, ella, bonita , especial, alegre, sencilla, serena.
¿Cuántas veces han peleado, se han pegado y han empezado a reir como dos gilipollas? Millones y millones.
¿Cuántos hipop's habrán pasado por sus caras? Infinitos.
¿Cuántas veces disfrutan al día sobre las cosas más insignificantes de este mundo, como puede ser un estúpida pegatina del hormiguero, un kinder bueno o una siesta después de comer? Incontables
¿Cuántas veces reirán en el día, llorarán por tonterías y sí, algún desliz que otro...?
Sonríe. Ríe. Y se hace está pregunta.
¿Cuántas personas en el mundo podrán disfrutar de una sensación taaaaaan especial como las que ellas sienten?
Mmmm. Historias...Historias. Todas distintas, miles por minutos. Millones en el mundo. Distintas, pero iguales.