Porque dejarse vencer es de débiles, y tú no eres débil. Odias la debilidad.
Por eso sigues ahí, y seguirás hasta cuando decida tomar las riendas, porque ahora tú eres su ángel, y eso no cambiará jamás.
Llorarás, porque llorar sana y calma. Pero secarás más lágrimas ajenas que propias, y en todo esto consiste querer a alguien...
Sentir que es parte de ti, sentir su dolor en tu piel y sentir al sol brillar cuando sonríe.
Es bonito tener a personas que te quieran, pero es más bonito aún tener personas a quien querer...